La tecnología de la videoconferencia existe desde hace años. Estamos hartos de verla en el cine, pero no ha tenido una gran aceptación en usuarios domésticos. Posiblemente porque con la voz ya tenemos suficiente. Pero no siempre es así. Los abuelos modernos hablan con sus nietos que están en la otra punta del mundo con videoconferencia utilizando programas gratuitos. En este caso el contacto visual se hace tanto o más importante que las palabras.
En el mundo de los negocios hay comunicaciones que se pueden hacer con un correo, otras con una llamada, y otras que se deben hacer con la persona delante. El contacto visual en los negocios nos aporta información que a menudo supera la información verbal. Necesitamos compromiso y confianza, y esta información la encontramos habitualmente en un gesto, en una sonrisa, en una mirada. Y con esta necesidad la videoconferencia se ha instalado en las empresas. Al principio como algo experimental, utilizando herramientas gratuitas como Skype, y con los colaboradores habituales, los delegados de otros países, los vendedores en viaje comercial. Después, cuando la dirección entiende que la videoconferencia es una mejora de la productividad de la empresa, es el momento de dar el salto a una solución de videoconferencia profesional.
Con su uso las empresas entienden que la videoconferencia aporta beneficios:
– Algunos viajes se pueden sustituir por videoconferencias con el ahorro de tiempo y costes directos e indirectos que ello supone
– La videoconferencia nos permite un contacto más habitual con colaboradores, y delegados. Y una mejor comunicación es siempre un aumento del rendimiento, de la confianza, de la correcta transmisión de objetivos, del sentimiento de equipo.
– Las videoconferencias con clientes sirven para estar más cerca suyo, y ser el primero en conocer sus necesidades, y así poder incrementar las ventas.
Y cuando esta herramienta se convierte en necesaria podemos pensar en una inversión en videoconferencia profesional. Solo si tenemos mucha confianza con el cliente le podemos proponer una videoconferencia con skype. No podemos poner la imagen de la empresa en manos de una herramienta gratuita, con un ancho de banda no garantizado.
Existen varias alternativas de videoconferencia profesional. Videoconferencia personal para uso de una sola persona; videoconferencia de sala, para reuniones de varias personas, y telepresencia, cuando se quieren reuniones con una realidad compartida entre dos sedes. La videoconferencia profesional añade funciones como la compartición de documentos de trabajo, multiconferencia para conectar más de dos usuarios, usuarios móviles utilizando tabletas o el propio ordenador.
Lo que es bien cierto es que la videoconferencia incide en los dos objetivos principales de todas las empresas hoy en día: el ahorro de costes y el incremento de ventas.
Bienvenidos a todos los que utilizais Skype, porque pronto vereis la necesidad de dar un paso adelante.